miércoles, 2 de enero de 2019

Capítulo 1. Cinco de Loto

Cinco de Loto

Un thriller de Creepyneko_88




1. Cinco de Loto.

Por el viejo Marcos, el Sherlock Holmes de New York, sin ti, las calles no serían tan seguras —dijo triunfante mi compañero Ángel.
No me des tantas medallas compañero, no me iría si no supiese que las calles están seguras con vosotros —dije mientras me servían una copa de champán.
Todos reíamos y cantábamos mientras nos llenábamos a alcohol y a entremeses y entre grito y grito se abrió la puerta y apareció la jefa del departamento, la señorita Karen, muy enfadada.
Esto no es una despedida de soltero, venga todos a trabajar —dijo dando un portazo con la puerta de su despacho.
Ya habéis oído a la jefa, todos a trabajar dijo Valentín borracho.

Aquel día marchaba triunfante a Las Vegas, sin saber que un crimen me aguardaba allí. Cuando llegué, me fui a explorar la zona para ver en qué sitio me alojaría durante mis vacaciones. Me paré en un casino, levanté la vista y en letras doradas pude leer estas palabras: Cinco de Loto.Ya había escogido el sitio, aparqué mi coche justo en la entrada y cogí las maletas dispuesto a entrar en ese reluciente casino. Me quedé alucinado, toda la alta sociedad y la aristocracia juntas en una sola sala. Me acerqué a la recepcionista.
Tiene una habitación digna de un ex policía dije dándome importancia, con aires de noblezaElla miró en el ordenador.
Pues al parecer, sí que tenemos una habitación digna de usted señor, por cierto, me llamo RocíoRocío Serrano dijo amablemente.
Muchas gracias, yo me llamo Marcos, Marcos Pérez dije estrechándole la mano.
Tome, la llave de su habitación dijo entregándome una llave y un llavero con dos dados, en el primero solo habían cincos y en el segundo solo habían flores de loto.

Después de instalarme y de ponerme mi traje más elegante, me fui directo al casino.Y entonces le vi, con su pelo negro y su pícara sonrisa, era el crupier de la mesa 13. Me acerqué y me sonrió.
—¿Se apunta o qué, viejo? dijo barajando una baraja con el número 13 puesto en cada carta.
—Deja de barajar y entrega ya las cartas, Samuel dijo una mujer alta rubia.
—Vale, juego dije mientras me entregaba las cartas.

Cuando terminó la partida me fui a por una copa, el barman que me atendió era un chico rubio que siempre lucía una agradable sonrisa.

—Un vino, por favor le dije cansado.
—Usted parece más de whisky, ¿no cree? dijo mientras me servía una copa de aquella fría bebida.

Después de varias copas y varias charlas, me fui directo a mi habitación chocándome con la pared a cada paso que daba, hasta que vi mi habitación, pero me percaté de que la puerta ya estaba abierta, me acerqué a la puerta despacio y alerta y en el suelo pude ver a un hombre muerto, no tuve tiempo para reaccionar porque el alcohol me hizo una mala pasada y me desmayé a un centímetro del cadáver.

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