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lunes, 2 de enero de 2012

La soledad del bloguero de fondo. Día 4

Llevo un tiempo queriendo escribir este post, un post que nos definiera, que nos describiera de algún modo, qué dijera qué es Impresioneslasjustas y qué busca. Pero por una razón u otra, lo he ido aplazando por otros que han usurpado su lugar. Primer intento. Pensé sacarlo adelante cuando llegamos al post número 100, pero al final fue más lúdico que reflexivo con el post dedicado al maestro Joaquín Sabina y sus Más de cien mentiras. No creía que un momento tan grato lo interrumpiera un post como el que tenía en la cabeza. Tocaba reírse y mucho. Y eso hicimos. No cabía plantear una filosofía de vida, una manera de entender la cultura y en especial la poesía. Hablo de una forma editar y de compartir.



Ilustración vista en la web dsgnr.cl. Imagen diseñada por Guillaumit 

Segundo intento. Estuve a punto de escribirlo como último post del año 2011, pero La vie en rose me quitó la idea de la cabeza. La vida, aunque no es color de rosa, en los tiempos que corren nos tenemos que autoengañar de alguna forma para seguir adelante con los proyectos que hay en mente. Como darte una invisible palmada de optimismo nunca viene mal. Son como esos reconfortantes abrazos gratis que te ofrecen por la calle. Hacen falta. Los necesitamos.



Visto en la web abrazos gratis


Tercer intento. Escribo estas líneas sin saber aún qué día verá la luz este post que comienzo a teclear la primera tarde del primer día de este nuevo y olímpico año londinense, 2012. Y sin ilustración o fotografía que me apoye. Habrá que subsanarlo antes de que vea la luz. Tengo de fondo el musical Los miserables, en su versión inglesa. Por si eso ayuda...


Fin de año en Londres, Visto en el blog playandtour.net/audioguias-blog


Hace unos días, en uno de los blogs que sigo y admiro en la distancia y cercanía digital, llamado Acuarela Libros (blog muy pero que muy recomendable para todos los que nos movemos en el mundo editorial o que pretendemos hacerlo de alguna forma) apareció un post titulado Hernán Casciari responde a Lucía Etxebarría, escrito desde las filas de Orsai, otro blog imprescindible. Leedlo, por favor. Muy aprovechable. Extraemos algunos pasajes para despertar la reflexión latente que llevamos dentro. Primero el texto, luego las explicaciones:



"Durante 2011 editamos cuatro revistas Orsai. Vendimos una media de siete mil ejemplares de cada una, y con ese dinero le pagamos (extremadamente bien) a todos los autores. Los .pdf gratuitos de esas cuatro ediciones alcanzaron las seiscientas mil descargas o visualizaciones en internet.
Vendimos siete mil, se descargaron seiscientas mil."
(...) 
"Existe, cada vez más, un mundo flamante en el que el número de descargas virtuales y el número de ventas físicas se suma; sus autores dicen: «qué bueno, cuánta gente me lee». Pero todavía pervive un mundo viejo en el que ambas cifras se restan; sus autores dicen: qué espanto, cuánta gente no me compra.
El viejo mundo se basa en control, contrato, exclusividad, confidencialidad, traba, representación y dividendo. Todo lo que ocurra por fuera de sus estándares, es cultura ilegal.
El mundo nuevo se basa en confianza, generosidad, libertad de acción, creatividad, pasión y entrega. Todo lo que ocurra por fuera y por dentro de sus parámetros es bueno, en tanto la gente disfrute con la cultura, pagando o sin pagar." 
(...) 
"No hay demonios, en realidad. Lo que hay son dos mundos. Dos maneras diferentes de hacer las cosas."
Hay un grupo de locos, benditos sean, que se aglutinan en un único lugar: Orsai. Es una editorial que cree firmemente que se puede generar cultura de calidad partiendo de la premisa sencilla de que lo bien hecho es asequible, incluso gratuito, sin que nadie se sienta explotado, marginado, etc. y mucho menos el autor de los contenidos, llámese escritor, ilustrador, diseñador, poeta... Y fuera del modelo "tradicional", o si se quiere de manera paralela. Es ir a favor de los lectores sin menospreciarles, sin acusarles de latrocinio, ni acusarle de barbaridades varias que se leen por ahí. La idea es sencilla: compartir.

Os dejamos con un vídeo muy inspirador, al menos a mí me lo resulta. El texto entresacado de antes y la persona que aparece en el vídeo es la misma. Es la cabeza visible del proyecto Orsai. Se llama Hernán Casciari.




Creo que Hernán da en el clavo varias veces a lo largo de su vídeo. Sin duda, me ha despejado algunas dudas. Llevo tres meses al frente de un proyecto como es el de Impresiones. Con toda la gente que hablo se sorprende cuando le digo que los contenidos se comparten, que no cuesta nada, que las aportaciones de los ilustradores, traductores, fotógrafos... son totalmente gratuitas. Buscamos alta calidad editorial. Nos mueve la pasión por la poesía, la ilustración, los relatos, la edición en definitiva... Poco más hay en nuestras alforjas que lo que arrojamos al vacío digital que es un blog. Tened por seguro que recojemos mucho más de lo que damos.

No sé si podré hacerlo, o si lo que sueño es lo que vivo. Me pregunto qué quiero vivir dentro de este proyecto al que llamo Impresiones. Es hora de definir nuestra filosofía, qué y cómo es Impresiones, o cómo nos gustaría ser. A ver si puedo poner bit negro sobre bit blanco. Propongo un decálogo.


Decálogo de Impresioneslasjustas

  1. Queremos que Impresiones comparta siempre, de forma gratuita y de manera generosa, todos y cada uno de sus contenidos digitales. Independientemente de que algún día nos lancemos a imprimir bajo demanda, en pequeñas dosis, claro está, queremos que este primer punto sea la bandera a la cual no renunciemos. Es difícil de entender como filosofía empresarial dentro del mundo en el que vivimos, aunque para nosotros es bastante sencillo. Es muy diáfano. Hacemos lo que hacemos y ya está. Se crea, se diseña, se escribe con mucha pasión, se buscan cuantos aliados hagan falta para establecer un nivel determinado alto de calidad y se lanza uno hacia adelante. Y eso, se comparte, se regala, se distribuye. Poco más.
  2. Nos hemos metido en este lío para aunar posturas, conciliar puntos de vista. Nuestras puertas y ventanas están generalmente abiertas. Los cajones que pintaba Dalí están boca arriba. Cualquier inspiración, cualquier impresión, venga de donde venga, nos motiva y nos despierta. Nos hace ir hacia donde queremos ir. No queremos cadenas ni contratos de ninguna clase. Quien quiera trabajar con nosotros será bienvenido. Quien no le interese, tiene libertad para entrar y salir.
  3. A nuestros futuros, presentes y pasados autores queremos mimarlos para que sigan queriendo compartir su talento con nosotros. Ellos son los únicos dueños de su trabajo. Son la piedra filosofal, el corazón de Impresiones. Y a ellos les agradecemos enormemente que quieran compartir su trabajo, su talento con nosotros. La única pequeña salvedad que les ponemos es que dentro del espacio de Impresiones, todo lo compartan de forma gratuita y libre. Lo pueden vender, distribuir como quieran. Pero que nos dejen tenerlo de forma libre para que todo el mundo puede acceder a ese trabajo. Si no lo entienden o no están de acuerdo, es muy respetable. No es obligatorio quedarse. Faltaría más. En el punto dos dijimos que queríamos aunar posturas no dividir.
  4. Si en algún momento alguien está interesado en vender su trabajo, el modelo que pretendemos es muy sencillo de recordar: 50% gastos, 50% beneficios. Se comparte todo. Aunque todo es negociable, discutible, todo se puede hablar... Como digo, nos buscamos hacernos ricos. Hubiéramos puesto un banco o algo así de divertido.
  5. No competimos contra ningún modelo establecido, no somos una alternativa. Somos lo que somos. Otra forma de hacer las cosas. Respetamos lo que cada uno haga en su casa aunque no lo compartamos o comprendamos, obviamente. 
  6. Nos sentimos muy cómodos con la idea de Copyleft. Saber quien es el autor y admiradlo. Y si se quiere utilizar el contenido de Impresiones, con un simple email bastará. Todo nuestro contenido está bajo licencia Creative Commons 3.0.
  7. Pensamos con firmeza que la cultura puede ser libre, gratuita de alta calidad y que encima puede ser rentable para sus autores. Se puede distribuir de esa forma sin mayores problemas. Hay sitio para todos, la verdad.
  8. Editamos libros ilustrados, fundamentalmente de poesía. Cabemos todos, aunque las impresiones son justas. Los libros ilustrados siempre nos han fascinado. Admiramos a mucha gente talentosa. Pensamos que la poesía comparte mucho más de lo que parece en un principio con el mundo de la ilustración y del diseño gráfico. Nos empeñamos aquí en Impresiones que un poema se inspire en una ilustración y viceversa. Comparten mundos.
  9.  Todos nuestros libros son vuestros.
  10. También nos sentimos bastante Orsais, como Hernán, en este mundo que nos dice qué leer, qué escuchar, qué ver, cómo disfrutar de nuestras inquietudes y cuánto debemos pagar por ello.


martes, 22 de noviembre de 2011

La soledad del bloguero de fondo. Día 2

Hoy ha sido un día extrañamente largo y completo, bastante cansado, incluso más de lo habitual para un lunes a finales de este mes que se llama noviembre. La mañana ha tenido un perfil didáctico. Primera novedad. He vuelto a enfundarme el viejo traje de trabajo de la docencia, ése que durante algunos años llevé. He madrugado antes de que el día fuera día. He salido con la quietud de la noche. He vuelto a ponerme gratamente nervioso como un actor antes de abrir el telón. He vuelto al placer de volver a dar clase. Un privilegio donde continúas aprendiendo a medida que vas enseñando. La autoría de ilustración que acompaña está en este link. Es de Jaime Álvarez Sánchez. A él, agradecidos.


Volver a ser profe sin duda ha sido lo mejor del día. Ha sido muy divertido. La voz ha recuperado su tono habitual, su ritmo pausado, a sus frases cortas, a su inflexiones casi dramáticas para cambiar el ritmo de la clase. He vuelto a lo que fui, a lo que posiblemente siempre fui y que posiblemente, aunque no ejerza, no deje de serlo nunca. Mi voz ha vuelto a casa. No sé si es lo mío o si solo soy un visitante ocasional, un pariente lejano que de vez en cuando debes prestarle alguna atención.

La tarde, por contra, ha sido muy diferente a la estupenda mañana, muy parecida a miles de tardes, donde unas se terminan confundiendo con otras. ¿esto lo hice el viernes o fue el jueves, o pasó algo similar el mes pasado? Esa rutina insípida con sabor a trabajo ordinario, aunque algo más complicada que de costumbre. 

Mis tardes son como "el día de la marmota" de aquella película. Puedes estar un año sin aparecer por allí que en tu vuelta poco o nada ha cambiado. Ni tan siquiera la gente parece envejecer. Los mismos chistes, las mismas gracias, las mismas preocupaciones, los sueños gastados de buscar sin hallar nada. Debe ser el lugar, el edificio, que nos conserva a todo tal y como éramos.



Ésas son mis tardes, como las de la pobre marmota. Sin embargo, no ha sido hoy de esas tardes eternas donde las horas parecían estar de vacaciones, que no se iban aunque las apremiaran. Ha sido un ritmo continuo. Ni tan siquiera he precisado que la música, esa que calma y amansa a la fiera, me acompañara en el viaje. La manzana telefónica me miraba en la mesa un tanto confundida, muda. No comprendía muy bien el papel que debía representar esa tarde. Se ha visto relegada a un mero objeto que descansaba en la mesa sin función ni trabajo. No ha sido mi refugio, mi cueva habitual. Es ponerse los cascos blancos y uno se cuelga sin querer el cartel de No molestar. A veces está bien. Otras veces, ayuda poco. Ni tan siquiera ha funcionado como lo que es básicamente, un teléfono que te saca los ojos de la pantalla del ordenador.

Ha sido agradablemente extraño. Hacía mucho tiempo que no volvía a mi vieja mesa, con mi viejo ordenador sin Internet, ni redes sociales ni correo externo ni periódico que valga ni curiosidad infinita por donde se van mis horas de viaje. He vuelto a mi vieja silla, con mis viejos amigos cerca de mí. La soledad laboral de otras ocasiones hoy no me ha hecho compañía. Me he sentido menos ermitaño que de costumbre. Muchas veces me conformo con estar cerca de la gente que me hace sentirme bien de alguna forma. Parece que nos es mucho pero sin duda es mucho más que suficiente.

Y llega la noche, que me coge agarrado al Mac. Se presenta tibia como mi Cola-Cao de la seis treinta de esta mañana ya tan lejana. Ha debido llover. Desde mi mundo sin ventanas de la tarde no sabe qué tiempo ha habido fuera. Recoges el olor justo antes de coger el coche, mientras conduces con la radio puesta y la mente en otro sitio, quizá en la clase, quizá en saber que mañana por la mañana continuaré la clase que dejé sin concluir hoy. Me han regalado una semana para hacer lo que no hacía desde mi ultima vida: enseñar, hablar con unos desconocidos y mostrarles lo poco que sé, que es nada, para terminar viendo en sus caras que comprenden lo que les digo, que ven que puede servirles para algo. No hay nada tan frustrante como aprender aquello que no tiene sentido, que no te sirve.

Ahora sí he dado rienda suelta a la música cautiva, y tras los primeros acordes de un disco de Silvio y de Aute, he comenzado a escribir este post. Esta noche tranquila de posible lluvia fina que está por caer, se presenta como el refugio de la escritura que hoy busco en el blog. Se acaba el día, para mañana volver, a empezar desde cero.


Hay muchas cosas gratificantes en mi trabajo como editor, o como futuro editor. Me gusta el futurible. Es un buen futurible. Como el aprendiz que me consideré siempre ser y que me sigo considerando, ese aprendiz que no se atreve a llamarse en voz alta editor, pero que piensa en libros, en poemas, en publicaciones posibles. ¿Seré acaso ya ese editor que siempre soñé y aún no me he dado cuenta? ¿Cuándo uno se convierte en editor? ¿Cuándo un reúne un puñado de textos con una determinada finalidad, cuándo habla con tal autor, pide permiso a un ilustrador o a un traductor?

Me disperso... Un par de apuntes en esta soledad del bloguero de fondo. Decía que lo más gratificante es poder descubrir cada día algo que te ilusiona, ver la enorme genialidad de esa gente anónima que comparte con valentía y derroche su talento a manos llenas. (La frase es del gran Juan Echanove en un texto de un disco, tras conocer la muerte de su amigo Antonio Flores). Esa gente a la que me acerco porque me ha impresionado (impresioneslasjustas, ya saben) su forma de dibujar, su manera de expresar lo cotidiano.

Sin embargo, lo que más me fascina es que la gran mayoría a los que escribo para solicitarles autorización para usar o mostrar su trabajo, expresan con mucha gratitud el hecho de que se les escriba para pedirles permiso. ¿En qué mundo vivimos en lo que lo ordinario, las buenas formas, la educación, el preguntar a alguien "te parece bien que..." nos resulte tan extraño? Los autores y creadores anónimos estamos acostumbrados a tan poco que cuando se no da un pelín de juego, nos mostrarnos muy agradecidos, satisfechos de que otro alguien anónimo te llame a tu puerta y te diga "Me gustó tu trabajo. Es fascinante. Gracias por hacer que sienta lo que siento."

Mi gratitud hacia esos anónimos que dejan de serlo para mí es enorme. Poder compartir o de acercarme a su talento es beneficioso para mi salud, sin duda. Aprecio ese talento a manos llenas del que hablaba antes, ése que nos rodea y nos acompaña en cada post de Impresiones. Sin ellos, desde luego que estas impresiones serían, como mucho, las justas.

jueves, 27 de octubre de 2011

Observaciones sobre la cultura libre

No nos hemos podido contener. Prometimos que no lo íbamos a hacer y hemos roto nuestra promesa. Posteamos el interesantísimo artículo del maestro Joaquín Rodíguez que hemos leído en su blog Los futuros de libro. Como se ha dicho en alguna ocasión, no solemos postear otro blog (para evitar duplicidades, sobre todo) pero, como decíamos, no nos hemos podido contener.

Os dejo con el principio del post y con su posterior enlace para su lectura detenida. Merece una reflexión, sin duda.

Observaciones sobre la cultura libre

Mañana se entregarán en Barcelona los Oxcars i FCForum 2011, premios otorgados a distintas formas de cultura libre concebidos y gestionardos por X.net, la que fuera anteriormente conocida como XGAE, movimiento que promueve la libre circulación de los contenidos y el conocimiento mediante el uso de licencias que lo permitan.

Con ese motivo, quisiera hacer algunas observaciones, puntualizaciones y acotaciones sobre el significado y alcance de la cultura libre:
  1. Para que exista cultura libre es necesario que exista, de manera simultánea y cohexistente, cultura propietaria. La Ley de propiedad intelectual ampara esa convivencia en su Título primero, Artículo 2. Coyleft es copyright;
  2. La Ley de Propiedad intelectual no es, en consecuencia, perversa ni derogable. Protege ambas posturas y pone en manos del legítimo propietario la decisión sobre qué hacer con sus contenidos;
  3. Las licencias Creative Commons o ColorIuris son, precisamente, un ejercicio de madurez electiva: cada autor puede establecer el grado de accesibilidad sobre su obra y sus contenidos, yendo de la estricta protección sobre la copia y la reproducción hasta su completa liberación... (Seguir leyendo)