sábado, 31 de diciembre de 2011

La vie en rose

Cerrando la máquina de escribir de Impresiones por este año, nos hemos dado cuenta de que acabábamos este 2011 con la palabra "asesinato" como último post. Demasiado violento, ¿no creéis?



Nos lo hemos pensado mejor y añadimos otro más feliz. Juramos que es el último de 2011, éste sí, de verdad. Lo finalizamos con la letra original y traducida de La Vie en Rose, la hermosa canción de Edith Piaf. 


La versión escogida es del maestro Louis Armstrong. Dijo Cortázar del gran Satchmo, que si hubiera sido él en vez de Dios quien hubiera soplado el hálito vida al primigenio hombre de barro, de otra pasta estaríamos hechos, sin duda de mejor calidad.


Os dejamos con el vídeo y con la letra en sus dos idiomas, el original y la traducción. Disfruten.






La vie en rose
Des yeux qui font baisser les miens
Un rire qui se perd sur sa bouche
Voilà le portrait sans retouche
De l'homme auquel j'appartiens

Quand il me prend dans ses bras,
Il me parle tout bas
Je vois la vie en rose,
Il me dit des mots d'amour
Des mots de tous les jours,
Et ça me fait quelque chose
Il est entré dans mon cœur,
Une part de bonheur
Dont je connais la cause,
C'est lui pour moi,
Moi pour lui dans la vie
Il me l'a dit, l'a juré
Pour la vie.
Et dès que je l'aperçois
Alors je sens en moi
Mon cœur qui bat.

Des nuits d'amour à plus finir
Un grand bonheur qui prend sa place
Des ennuis, des chagrins s'effacent
Heureux, heureux à en mourir

Quand il me prend dans ses bras,
Il me parle tout bas
Je vois la vie en rose,
Il me dit des mots d'amour
Des mots de tous les jours,
Et ça me fait quelque chose
Il est entré dans mon cœur,
Une part de bonheur
Dont je connais la cause,
C'est lui pour moi,
Moi pour lui dans la vie
Il me l'a dit, l'a juré
Pour la vie.
Et dès que je l'aperçois
Alors je sens en moi
Mon cœur qui bat.

******
La vida en rosa
Ojos a punto de besar los míos
Una risa que se pierde sobre su boca,
Aquí está el retrato sin retoques
del hombre al que pertenezco.

Cuando él me toma en sus brazos
él habla en voz baja,
Veo la vida en rosa.

Él me dice palabras de amor,
Palabras de todos los días
Y eso me hace sentir algo.

Él ha entrado en mi corazón
Una parte de felicidad
Donde yo conozco la causa.

Es él para mí, yo para él
En la vida,
Me lo ha dicho, lo ha jurado por la vida.

Y eso que yo percibo
ahora lo siento en mí
Mi corazón que late.

Noches de amor que nunca más ahí acaban
Una gran felicidad que toma su lugar
En vez de problemas y dolores
Feliz, feliz de morir allí.

Ooohh Si él me toma en sus brazos
si él habla en voz baja,
Veo la vida en rosa.

Él me dice palabras de amor,
Palabras de todos los días
Y eso me hace sentir algo.

Él ha entrado en mi corazón
Una parte de felicidad
Donde yo conozco la causa.

Soy para ti, tú para mí
En la vida,
Me lo ha dicho, lo ha jurado por la vida.
Y eso que yo percibo
ahora lo siento en mí.
Mi corazón que late.

Asesinato en 140 caracteres

Se nos va el año 2011, ¡qué alivio! Os dejamos con el último post del año, con un asesinato en 140 caracteres y una hermosa reflexión, la escena final que protagoniza el replicante de Blade Runner. La ilustración es de Aubrey Beardsley, de los Crímenes de la Rue Morgue. Nos vemos en 2012.




Asesinato en 140 caracteres

El personaje sin nombre esperó a que su autor se durmiera. Sabía con certeza que sería por última vez. Ya no albergaba rencor en su corazón.


Rayuela. Capítulo 7

Capítulo 7




Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.



Ilustración diseñada por Angzalais

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.



Rayuela. Capítulo 6

Capítulo 6



L a técnica consistía en citarse vagamente en un barrio a cierta hora. Les gustaba desafiar el peligro de no encontrarse, de pasar el día solos, enfurruñados en un café o en un banco de plaza, leyendo-un-libro-más. La teoría del libro-más era de Oliveira, y la Maga la había aceptado por pura ósmosis. En realidad para ella casi todos los libros eran libro-menos, hubiese querido llenarse de una inmensa sed y durante un tiempo infinito (calculable entre tres y cinco años) leer la ópera omnia de Goethe, Homero, Dylan Thomas, Mauriac, Faulkner, Baudelaire, Roberto Arlt, San Agustín y otros autores cuyos nombres la sobresaltaban en las conversaciones del Club. A eso Oliveira respondía con un desdeñoso encogerse de hombros, y hablaba de las deformaciones rioplatenses, de una raza de lectores a fulltime, de bibliotecas pululantes de marisabidillas infieles al sol y al amor, de casas donde el olor a la tinta de imprenta acaba con la alegría del ajo. En esos tiempos leía poco, ocupadísimo en mirar los árboles, los piolines que encontraba por el suelo, las amarillas películas de la Cinemateca y las mujeres del barrio latino. Sus vagas tendencias intelectuales se resolvían en meditaciones sin provecho y cuando la Maga le pedía ayuda, una fecha o una explicación, las proporcionaba sin ganas, como algo inútil. Pero es que vos ya lo sabés, decía la Maga, resentida. Entonces él se tomaba el trabajo de señalarle la diferencia entre conocer y saber, y le proponía ejercicios de indagación individual que la Maga no cumplía y que la desesperaban.


Visto en el blog inquieta y curiosa


De acuerdo en que en ese terreno no lo estarían nunca, se citaban por ahí y casi siempre se encontraban. Los encuentros eran a veces tan increíbles que Oliveira se planteaba una vez más el problema de las probabilidades y le daba vuelta por todos lados, desconfiadamente. No podía ser que la Maga decidiera doblar en esa esquina de la rue de Vaugirard exactamente en el momento en que él, cinco cuadras más abajo, renunciaba a subir por la rue de Buci y se orientaba hacia la rue Monsieur le Prince sin razón alguna, dejándose llevar hasta distinguirla de golpe, parada delante de una vidriera, absorta en la contemplación de un mono embalsamado. Sentados en un café reconstruían minuciosamente los itinerarios, los bruscos cambios, procurando explicarlos telepáticamente, fracasando siempre, y sin embargo se habían encontrado en pleno laberinto de calles, casi siempre acababan por encontrarse y se reían como locos, seguros de un poder que los enriquecía. A Oliveira lo fascinaban las sinrazones de la Maga, su tranquilo desprecio por los cálculos más elementales. Lo que para él había sido análisis de probabilidades, elección o simplemente confianza en la rabdomancia ambulatoria, se volvía para ella simple fatalidad. «¿Y si no me hubieras encontrado?», le preguntaba. «No sé, ya ves que estás aquí...» Inexplicablemente la respuesta invalidaba la pregunta, mostraba sus adocenados resortes lógicos. Después de eso Oliveira se sentía más capaz de luchar contra sus prejuicios bibliotecarios, y paradójicamente la Maga se rebelaba contra su desprecio hacia los conocimientos escolares. Así andaban, Punch and Judy, atrayéndose y rechazándose como hace falta si no se quiere que el amor termine en cromo o en romanza sin palabras. Pero el amor, esa palabra... 



viernes, 30 de diciembre de 2011

Detonación

Compartimos un breve relato en formato Twitter. Ocupa, en realidad, un poquito más. Añadimos una divertida ilustración. Además, añadimos en formato vídeo, la hermosa y onanista canción de Luis Eduardo Aute, Dentro.

Detonación

Cuando la chica de la playa se puso otra vez la camiseta, vi que llevaba escrita la palabra "Detonación" en el pecho. Como la mía de hace un instante.


Vista en el blog mundodjronymixopenyoureyes


Habemus Ordinatio

En un pésimo latín (tantos años estudiando tirados a la basura) y parafraseando la película de Nanni Moretti, Habemus Papam, compartimos con todos vosotros tres pequeños relatos escritos en el día de las elecciones, imaginando tres escenas distintas. Nuestra gratitud, como siempre para las magnñificas ilustraciones que nos acompañan.


 Imagen vista en el blog sonandolarevolucion

¿Qué hubiéramos visto si por un pequeño agujero de una diminuta cerradura hubiéramos estado con los candidatos? El resultado, después del vídeo del maestro Nanni Moretti.



Number one

"Gobernaré para todos. España está en un momento delicado. Necesita un gobierno fuerte. Prometo llevar al país donde debe estar, en primera división. Se han hecho cosas mal. Mi gobierno trabajará..."

-Señor Rajoy, perdón, señor Presidente, la prensa le espera.
-Señor Rubalcaba, perdón, señor Presidente, la prensa le espera.


  Imagen vista en el blog igepzio.blogspot.com

Number two

-No te vayas.
-Me tengo que ir.
-Espérate, voy a votar.
-¿Y a quién vas a votar?
-No lo sé.
-Dímelo.
-No puedo.
-¿Me votarás a mí?
-No te lo aseguro.
-¿Te votarás a ti?
-Puede ser, aunque tampoco te lo confirmo... 

Un señor calvo miraba cansado a su amante mientras éste se atusaba la barba.

 Imagen vista en el blog Patio de butacas, ilustrado por Juan Álvaro

Number three

Y cuando se abrió la ultima urna del último pueblo del último rincón del país, se pudo comprobar que todas las urnas estaban vacías. La democracia se había suicidado.


Imagen vista en el blog listanacho.blogia.com, ilustrado por Lucy Pepper


miércoles, 28 de diciembre de 2011

Acróbatas de la vida

El mundo virtual te permite, entre otras cosas, hallar perlas gráficas impresionantes, nunca mejor dicho. Como le ocurría a La Maga en Rayuela, nos dejamos perder por las calles para que las casualidades terminen por encontrarnos. Hoy la casualidad me ha llevado a esta ilustración a la que le prestamos palabras. 

Hay un fantástico blog llamado Canto de espumas que nos ha cautivado. Visitarlo es de obligado cumplimiento. De hecho, lo hemos puesto en la página principal para que siempre lo tengamos cerca, por si hace falta. Su poesía visual es extraordinaria, muy interesante, muy inspiradoramente poética. Al timón del blog está Juan Bautista, un ilustrador enamorado de Rayuela, como nosotros, como nuestro medio millón de lectores diarios que nos piden ansiosos más capítulos prescindibles de la novela de Cortázar. Alabamos y compatimos el exquisito gusto de Juan.

La ilustración que nos ha inspirado un poema se llama Acróbatas de la vida. Muchas veces, en este mundo extraño de delicadas relaciones, de frágiles amistades y de complicados compañeros de viaje, sean de pareja, de amor, de amistad, familiares o laborales, el equilibrio y la pericia que se precisa para no fracasar en cada una de ellas son dignas de un artista circense, de un acróbata de la vida. Y a veces, ese acróbata falla. Os dejamos con el texto. Está dedicado a mi mejor amigo, R.L.C., para que sepa que a veces se me escapa de la jaula ese torpe acróbata del que el poema habla. Que me perdone, please.


Soy un mal acróbata de la vida.
Siempre se termina cayendo 
alguien que me importa demasiado.
Unas manos cruzadas que buscaron mis manos
y éstas al final del número circense
que representamos cada día
no cumplieron bien su cometido.
A veces el error es una indiscreción hueca,
-malditas sean-
un malentendido que se traduce
en un por qué dijiste a quién
aquello que te presté como una confidencia.
En otras ocasiones tu sombra te coloca
entre la espada y la pared
y la espada te atraviesa sin piedad,
empujado por la pared que te arrincona.


Siempre me reclaman la hoja de reclamaciones
cuando el mal acróbata de la vida
me sustituye fraudulentamente y me hace confundir,
de manera cruel e inexplicable,
oraciones que oye su boca
con frases que dicen sus oídos,
secretos de confesionario 
con información sin derechos de autor.
Relleno por triplicado los impresos correspondientes
a sus torpezas y alzo mis manos mudas
en señal de disculpa o de no se lo tengas en cuenta, otra vez,
acaso buscando la amarga redención 
que no merece ese mal acróbata de la vida
que me la juega y que me traiciona
poniendo en clara evidencia
la frágil fragilidad que supone confiarte a otro.



En 140 caracteres

Un post breve. Nos encanta escribir con las limitaciones de 140 carateres. Es todo un reto, un ejercicio, una diversión, un vicio oculto. Compartimos dos relatos, tamaño Twitter, acompañadas de ilustraciones muy metafóricas. 

Ambos relatillos están inspirados en un libro mayor de tapas rojas llamado Cuentos de amor y humor macabros que nos han regalado recientemente. Muy recomendable su lectura y mucha más su adquisición, desde luego. Preguntad aquí por Nieves Herranz, que es la autora de dicho librito.

Tweet 1

Érase una vez un alegre corazón de cristal que vivía con un amargo corazón oxidado. Cuando éste murió, el corazón de cristal se oxidó.


Visto en el blog Fotolog

Tweet 2


Érase una vez un corazón de tinta. Se había fugado de un pequeño cuento rojo. Quiso volar libre por encima de sus páginas pero lo asesinaron.





martes, 27 de diciembre de 2011

Rayuela. Capítulo 74

Capítulo 74



  
El inconformista visto por Morelli, en una nota sujeta con un alfiler de gancho a una cuenta de lavandería: 


«Aceptación del guijarro y de Beta del Centauro, de lo puro-por-anodino a lo puro-por-desmesura. Este hombre se mueve en las frecuencias más bajas y las más altas, desdeñando deliberadamente las intermedias, es decir la zona corriente de la aglomeración espiritual humana. Incapaz de liquidar la circunstancia, trata de darle la espalda; inepto para sumarse a quienes luchan por liquidarla, pues cree que esa liquidación será una mera sustitución por otra igualmente parcial e intolerable, se aleja encogiéndose de hombros. Para sus amigos, el hecho de que encuentre su contento en lo nimio, en lo pueril, en un pedazo de piolín o en un solo de Stan Getz, indica un lamentable empobrecimiento; no saben que también está el otro extremo, los arrimos a una suma que se rehúsa y se va ahilando y escondiendo, pero que la cacería no tiene fin y que no acabará ni siquiera con la muerte de ese hombre, porque su muerte no será la muerte de la zona intermedia, de las frecuencias que se escuchan con los oídos que escuchan la marcha fúnebre de Sigfrido.» 



Quizá para corregir el tono exaltado de esa nota, un papel amarillo garabateado con lápiz: «Guijarro y estrella: imágenes absurdas. Pero el comercio íntimo con los cantos rodados acerca a veces a un pasaje; entre la mano y el guijarro vibra un acorde fuera del tiempo. Fulgurante... (palabra ilegible)... de que también eso es Beta del Centauro; los nombres y las magnitudes ceden, se disuelven, dejan de ser lo que la ciencia pretende que sean. Y así se está en algo que puramente es (¿qué?, ¿qué?): una mano que tiembla envolviendo una piedra trasparente que también tiembla.» (Más abajo, con tinta: «No se trata de panteísmo, ilusión deliciosa, caída hacia arriba en un cielo incendiado al borde del mar.») En otra parte, esta aclaración: «Hablar de frecuencias bajas y altas es ceder una vez más a los idola fori y al lenguaje científico, ilusión de Occidente. Para mi inconformista, fabricar alegremente un barrilete y remontarlo para alegría de los chicos presentes no representa una ocupación menor (bajo con respecto a alto, poco con respecto a mucho, etc.), sino una coincidencia con elementos puros, y de ahí una momentánea armonía, una satisfacción que lo ayuda a sobrellevar el resto. De la misma manera los momentos de extrañamiento, de enajenación dichosa que lo precipitan a brevísimos tactos de algo que podría ser su paraíso, no representan para él una experiencia más alta que el hecho de fabricar el barrilete; es como un fin, pero no por encima o más allá. Y tampoco es un fin entendido temporalmente, una accesión en la que culmina un proceso de despojamiento enriquecedor; le puede ocurrir sentado en el WC, y sobre todo le ocurre entre muslos de mujeres, entre nubes de humo y a la mitad de lecturas habitualmente poco cotizadas por los cultos rotograbados del domingo.»


Visto en el blog blogandaya

 »En un plano de hechos cotidianos, la actitud de mi inconformista se traduce por su rechazo de todo lo que huele a idea recibida, a tradición, a estructura gregaria basada en el miedo y en las ventajas falsamente recíprocas. Podría ser Robinson sin mayor esfuerzo. No es misántropo, pero sólo acepta de hombres y mujeres la parte que no ha sido plastificada por la superestructura social; él mismo tiene medio cuerpo metido en el molde y lo sabe, pero ese saber es activo y no la resignación del que marca el paso. Con su mano libre se abofetea la cara la mayor parte del día, y en los momentos libres abofetea la de los demás, que se lo retribuyen por triplicado. Ocupa así su tiempo con líos monstruosos que abarcan amantes, amigos, acreedores y funcionarios, y en los pocos ratos que le quedan libres hace de su libertad un uso que asombra a los demás y que acaba siempre en pequeñas catástrofes irrisorias, a la medida de él y de sus ambiciones realizables; otra libertad más secreta y evasiva lo trabaja, pero solamente él (y eso apenas) podría dar cuenta de sus juegos.»


"Tura", visto en el blog Canto de espumas



lunes, 26 de diciembre de 2011

Más de cien mentiras, que valen la pena

Estamos en el post número cien. Nos hace muchísima ilusión haber llegado hasta aquí en apenas tres meses de existencia. Echamos la vista atrás y nos sentimos muy orgullosos de nuestras criaturas digitales. 


Debemos reconocer que lo que más nos ha gustado ha sido poder escribir sobre gente con tantísimo talento. Tienen un talento desmesurado... Este post está dedicado a todos los artistas que han participado desinteresadamente en el blog pero sobre a la gente que sigue fielmente nuestro quehacer diario. Decir que les damos un millón de gracias a ambos sería dar poca recompensa, la verdad.


Este post número cien lo vamos a dedicar al maestro Joaquín Sabina. Habría mucho que decir, muchos poemas que traer, cómo van a caber tantos besos, en una canción...


Pero como estamos en este post número cien, nos ha parecido más que recomendable hacerlo sobre la canción Más de cien mentiras, porque, sin duda, valen y mucho, la pena.





Visto en la web de Juan Osborne

Un apunte sabinólogo. Más de cien mentiras tiene su origen, su inspiración se debe a un fragmento de la película Manhattan de Woody Allen, donde el alter ego del director, cuando le deja su novia, se pone a pensar en las cosas que merecen la pena en la vida. Os dejamos el fragmento de Manhattan.



Un segundo vídeo. Esta vez es un homenaje a la canción que hemos visto en YouTube. El montaje que compartimos aquí está realizado magníficamente por la gente de Picky2222. Nuestro agradecimiento.




Y por último, la letra de la canción, para degustarla una vez más. Se recomienda volver a pinchar el vídeo pero seguir la letra mientras se oye la música de fondo.


 Muchas, pero que muchas gracias a todos.


Más de cien mentiras

Tenemos memoria, tenemos amigos, 
tenemos los trenes, la risa, los bares, 
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo, 
tenemos moteles, garitos, alteres.

Tenemos urgencias, amores que matan, 
tenemos silencio, tabaco, razones, 
tenemos Venecia, tenemos Manhattan, 
tenemos cenizas de revoluciones.

Tenemos zapatos, orgullo, presente, 
tenemos costumbres, pudores, jadeos, 
tenemos la boca, tenemos los dientes, 
saliva, cinismo, locura, deseo.

Tenemos el sexo y el rock y la droga, 
los pies en el barrio, y el grito en el cielo, 
tenemos Quintero, León y Quiroga, 
y un bisnes pendiente con Pedro Botero. 

Más de cien palabras, más de cien motivos 
para no cortarse de un tajo las venas, 
más de cien pupilas donde vernos vivos, 
más de cien mentiras que valen la pena. 

Tenemos un as escondido en la manga, 
tenemos nostalgia, piedad, insolencia, 
monjas de Fellini, curas de Berlanga, 
veneno, resaca, perfume, violencia.

Tenemos un techo con libros y besos, 
tenemos el morbo, los celos, la sangre, 
tenemos la niebla metida en los huesos, 
tenemos el lujo de no tener hambre.

Tenemos talones de Aquiles sin fondos, 
ropa de domingo, ninguna bandera, 
nubes de verano, guerras de Macondo, 
setas en noviembre, fiebre de primavera.

Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas, 
que importa, lo siento, hastasiempre, te quiero, 
hinchas del atleti, gángsters de Coppola, 
verónica y cuarto de Curro Romero.

(Estribillo)

Tenemos el mal de la melancolía, 
la sed y la rabia, el ruido y las nueces, 
tenemos el agua y, dos veces al día, 
el santo milagro del pan y los peces.

Tenemos lolitas, tenemos donjuanes; 
Lennon y McCartney, Gardel y LePera; 
tenemos horóscopos, Biblias, Coranes, 
ramblas en la luna, vírgenes de cera.

Tenemos naufragios soñados en playas 
de islotes son nombre ni ley ni rutina, 
tenemos heridas, tenemos medallas, 
laureles de gloria, coronas de espinas.

(Estribillo)

Tenemos caprichos, muñecas hinchables, 
ángeles caídos, barquitos de vela, 
pobre exquisitos, ricos miserables, 
ratoncitos Pérez, dolores de muelas.

Tenemos proyectos que se marchitaron, 
crímenes perfectos que no cometimos, 
retratos de novias que nos olvidaron, 
y un alma en oferta que nunca vendimos.

Tenemos poetas, colgados, canallas, 
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma, 
abuelos que siempre ganaban batallas, 
caminos que nunca llevaban a Roma.

(Estribillo)

Por eso aún sonrío

Hace un tiempo, os presentamos a un ilustrador llamado Lluís Pons, apodado James. Hemos vuelto a pasarnos por su web (muy recomendable) y gratamente hemos descubierto que Lluís la ha puesto al día. Ha actualizado su producción gráfica hasta 2011. Es interesante volver a uno de los primeros ilustradores que presentamos en Impresiones.

Nos ha llamado la atención la ilustración de Lluís que se llama El tiempo en sus manos. Nos ha parecido muy apropiado, dadas las circunstancias, escribirle un poema. Os dejamos con la ilustración y el poema que la acompaña. Ya saben los habituales de Impresiones que en esta casa son los poemas los que ilustran las imágenes, y no al revés.



La dama espera sobre un fondo violáceo.
Se cubre con una piel roja con pliegues
mientras sujeta mi tiempo entre sus manos.

Por eso sonríe.

La dama está segura de que los sueños de arena
que me faltan por desperdiciar
expiran en breve.

Por eso sonríe.

Ve que me aferro
a los pocos granos
que me faltan por vivir.

Por eso sonríe.

Está tan convencida de su victoria
que me ha dado toda la vida de ventaja.
Nadie discute sus batallas ganadas.

Por eso sonríe.

La dama lleva una mueca muda,
un gesto invisible, un gesto impaciente.
Atesora el tiempo que me falta, pero no todo.

Por eso aún sonrío.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Dame un gramófono blanco, unos dados, un ojo sin párpado que ya te devolveré lo que pueda

Volvemos a jugar con Nieves Herranz. Ella pone el talento en su collage, que lo hace a la vieja usanza, cortar y pegar (vadre retro, malditos photoshops). Por nuestra parte, nosotros levantamos la estructura, el edificio, este post, en definitiva. La inquieta autora nos reta, again. No sabe con quién se mete...


Así, nos arroja elegantemente este guante y nos propone vía Twitter la ilustración que acompaña a este párrafo para que le demos una vuelta al estilo Impresiones, es decir, sacar de la fábrica un poema, o varios... 




Un amigo de Anson nos recomienda escuchar un tema de REM para entrar en el collage. Aceptamos la sugerencia y la hacemos nuestra, por supuesto. Os ponemos el vídeo de la canción de REM Everybody hurts. Excelente elección.




Éste es un post especial. Y está saliendo sin querer. Seguimos con otro vídeo antes de los poemas. Esta vez nos ha parecido más interesante escribir, lo que se podría llamar como poemas al estilo Cyrano, es decir, parafraseamos la genial escena sobre cómo insultar correctamente a un narigudo, escrita por el increíble poeta francés Edmond Rostand, interpretado por el inmenso Depardieu. Os recordamos dicha escena:




Por fin -qué pesados somos- os dejamos con los dichosos poemas. O con sus versiones, para ser más precisos. Iremos añadiendo más.

[Versiones escritas el 24 de diciembre de 2011. Hora 20:44 aprox.]

(Versión ludópata)
Me juego mi suerte
a la muda música que escuchan mis ojos.
(Versión profunda)
La música escucha y abre los ojos
que la suerte me cierra.
(Versión caníbal)
La música engulle tu suerte y mis ojos.
(Versión arriesgada)
Me la juego con lo que oyen mis ojos.
(Versión absurda)
Le tengo echado el ojo
a un gramófono blanco.
Pero, ¿qué coño pintan
unos dados en este poema?
(Versión villancico navideño)
Pero mira cómo escucho
los dados de tus ojos,
pero mira cómo beben los peces,
digo los dados,
en el río.
 

[Versiones escritas el 25 de diciembre de 2011. Hora 20:13 aprox.]

(Versión melómana)
Mis ojos cantan de tristeza un aria de Aída
mientras la suerte escucha conmovida.
(Versión airada)
La música de mis ojos es mucha partitura para tan pocos dados
con los que juegas.
(Versión sexual)
Tu vagina blanca expulsa
lo que el ojo de dados colgando
penetró.

 


[Versiones escritas el 8 de enero de 2012. Hora 18:21 aprox.]

(Versión musical)
Canción triste del blues azul
que nace muerto en un gramófono acromático.

(Versión francesa)
Suena el París de Edith Piaf
en el gramófono blanco
de tu corazón sin ojos.
Nuestras casualidades
sin suerte
se pintan con fondo negro.
(Versión final)
Soy un blues transparente,
de tristeza y de suerte extraviada.
Mi coraza es un poema
con camisa de fuerza
fugado de un gramófono blanco.