jueves, 23 de febrero de 2012

El desierto que guardo en la despensa

Hace poco que hemos descubierto el blog de Raúl Campos Contad si son catorce, un espléndido lugar donde comparte sus sonetos. Hace unos días compartió con su lectores el soneto que os presentamos hoy.

Debemos confesar que mezclar linotipia y soneto dentro del mismo contexto nos ha seducido. Es uno de los motivos por el que compartimos con todos nosotros dicho poema.

Un millón de gracias a Raúl por el soneto que nos ha regalado.



XCV

Nunca fui mayorista en el mercado,
ni hablé como rector de municipios,
mas pongo a cada verbo participios
que amparen al versículo estampado.

De tanto cavilar se me ha extraviado
la cuenta de finales y principios,
del coito de los versos y los ripios
sólo queda un cuaderno mal grapado.

Como al linotipista, di mi letra
al desierto que guardo en la despensa,
y a la noche, con lágrimas de tinta.

Mi tiempo de impresor se cronometra
cuando llora la Musa de mi prensa
y el soneto nefando me repinta.

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