martes, 28 de febrero de 2012

Equilibrista entre dos corazones

Perdidos en la red, buscando una cosa que no hemos encontrado, como casi siempre, hemos hallado a un ilustrador fantástico. Firma sus ilustraciones como Antonio J. Echad un vistazo a su blog porque no tiene desperdicio. 

Nuestros preferidos son los que subió en 2007 y en 2008. De hecho, el poema que queremos construir, se basa en una imagen de esas fechas. 

La ilustración se llama Equilibrista. Al verla, supimos que detrás había un texto por escribir.  Es más, de hecho, este post contiene en su interior dos canciones, un vídeo, una ilustración y un poema. Nos ha quedado un artículo completito.


A veces, pasa... Un millón de gracias a Antonio por su estilo tan talentoso y por dejar que sus imágenes evoquen nuestras palabras... Sospechamos que volveremos a vernos las caras, por así decirlo...


Equilibrista

A veces camino
con paso firme y sonrisa de cuarto creciente.
Conozco con precisa certeza
qué montañas azules debo sortear,
a qué distancia están las barreras.

Otras veces camino 
errabundo con gesto perplejo.
Me inundo bajo las incertidumbres,
no distingo ferocidades de caricias,
me dejo ver con los sospechosos habituales.

Me confieso un equilibrista tartamudo,
un reloj apátrida e imperfecto
que funciona con el traqueteo
de las velocidades que imprimen
cualquiera de sus dos corazones.

A veces nado
a contracorriente de manera suicida,
combato sin chaleco antibalas 
como si mi frágil coraza supiera
que su propio norte se halla detrás de la lluvia.

Otras veces nado
en esa orilla recurrente donde se ahoga mi ánimo.
Bebo sin mesura toda la sal del océano
mientras los mapas de navegación
se prohíben en los mundos desnortados.

Me confieso un equilibrista bígamo,
un verso suelto con erratas,
rehén y verdugo de química bipolar
que arranca a diario  la maquinaria
de cualquiera de sus dos corazones.


******  

Antes de componer el poema nos vino a la mente una letra, una voz y un disco. La letra es de Antonio Machín, la voz es de El Cigala acompañado por el piano de Bebo Valdés. El disco se llama Lágrimas Negras. Un lujo. 

Como aperitivo, os dejamos con el vídeo de Corazón loco. Maridan perfectamente con la ilustración que os hemos propuesto.



Corazón loco

No te puedo comprender,
corazón loco,
no te puedo comprender,
y ellas tampoco.
Yo no me puedo explicar,
cómo las puedes amar tranquilamente,
yo no puedo comprender,
cómo se pueden querer,
dos mujeres a la vez, y no estar loco.
Merezco una explicación,
porque es imposible seguir con las dos. 


Aquí vá mi explicación, 
pues me llaman sin razòn, corazón loco,
una es el amor sagrado,
compañera de mi vida,
esposa y madre a la vez,
la otra es el amor prohibido,
complemento de mis ansias,
y a quien no renunciaré,
y ahora puedes tú saber,
cómo se pueden querer,
dos mujeres a la vez, y no estar loco.


Aquí vá mi explicación,
pues me llaman sin razòn, corazón loco,
una es el amor sagrado,
compañera de mi vida,
esposa y madre a la vez,
la otra es el amor prohibido,
complemento de mis ansias,
y a quien no renunciaré,
y ahora puedes tú saber,
cómo se pueden querer,
dos mujeres a la vez, y no estar loco.
y no estar loco, y no estar loco.

****** 

A vuelta de correo, el propio ilustrador nos ha indicado de dónde le vino la musa inspiradora. Es de esta canción en vasco que también compartimos con vosotros. Además añadimos cómo suena en este link:

Ekilibristak Lyrics

Anari

Lehiotik sartu zaigu eguzkia lapur bat bailitzan
eta eskuetan ohostu dizkigu ametsak
eta atzo izotz haundi bat zena
gaur ur hutsa da behatz minduetan behera,
eta ezin eutsi, berriz etsi.
 

Atzean zubi denakerre eta ihesi goaz
oinak hautsitako zaldi baten gainean,
bi ilargidun gau hori ea non agertuko zai
egunsentiak harrapatzen gaitu beti, ihesi.
 

Eskuak amets haziz bete
eta ondar antzutan ereingo ditugu
amets berriak, eta uzta jasoko
zai zerura bagira egongo
baina zeru ilunak amenazu betik amenazu beti.
 

Eta zer gara botila hutsak baino,
zer gara ekilibristak baino,
bi bihotzen arteko soka hauskor
horietan errari dabiltzan
ekilibristak baino.

Se nos ha colado el sol por la ventana
como si fuera un ladrón y nos ha derretido
los sueños entre las manos.
Lo que ayer era un gran bloque de hielo
es hoy sólo agua entre los doloridos dedos.

Quemamos todos los puentes por los que pasamos
y huimos encima de un caballo con las patas
rotas en busca de esa noche de doble luna,
aunque siempre acaba por atraparnos el amanecer.

Y con las manos llenas de semillas de sueños
sembraremos nuestros anhelos en estéril arena
para luego esperar la cosecha
mirando al cielo aunque el cielo nos amenace.

No somos más que vacías botellas,
no somos más que equilibristas que caminamos
errantes sobre ese frágil hilo entre dos corazones.




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